viernes, 13 de agosto de 2010

Llega a Chile libro que rescata desde un silencio inexplicable la vida de Beatriz “Tati” Allende


¿El Presidente Salvador Allende fue asesinado por orden de Fidel Castro a manos de un agente cubano de chapa “Carlos”, que se encontraba en La Moneda el 11 de septiembre de 1973 y que luego logró escabullirse hacia la embajada de su país?
¿Existen documentos que avalen esa tesis, del agente cubano “Carlos”, en una caja de seguridad en Panamá?
En una carta enviada por Fidel a Salvador Allende, se menciona el arribo a Santiago de un tal Carlos y Piñeiro, “para apoyar el proceso”…
Luis Fernández, cubano esposo de Beatriz “Tati” Allende, ¿se casó con ella, enviado por la nomenclatura cubana, para espiar al Presidente chileno y mantenese cerca de los círculos de poder locales?
¿Sufrió Tati de bulimia y anorexia antes de su trágica decisión?
¿Qué sucedió con aquella carta de despedida de 9 carillas que Tati escribió antes de quitarse la vida y que estaría en manos de Fidel Castro?
Esas y otras interrogantes forman parte de un libro recientemente publicado en España bajo el título de Tati Allende, la hija revolucionaria del Presidente, y cuyo lanzamiento está previsto para las próximas semanas en Chile. Su autora, Margarita Espuña Cerezo, periodista, escritora y licenciada en Antropología, escarbó en historias y documentos; conversó con colaboradores del gobierno de la Unidad Popular y cercanos a la familia Allende así como con ex guerrilleros que pelearon junto a Fidel Castro y al Che Guevara; hurgó en la vida de quienes vivían en la isla durante el período en que Beatriz “Tati” Allende, hija predilecta del mandatario chileno, estuvo ahí junto a sus hijos y a su esposo, y relata, en poco más de 200 páginas, una historia de dolor, tramas políticas, traumas personales y colectivos, y devela pasajes de la vida de una mujer comprometida con las causas sociales de Chile y de otros países, que recibió instrucción militar en Cuba, fue solidaria con causas guerrilleras latinoamericanas; sufrió en carne propia la derrota de su padre e intentó, embarazada de siete meses, quedarse a luchar en La Moneda cuando ya todo estaba perdido.
Exiliada en Cuba, donde se convirtió en símbolo del castrismo y de la resistencia chilena, trabajó decididamente por recomponer el tejido fracturado y aglutinar a los partidos políticos que conformaron la Unidad Popular de Salvador Allende. Su historia personal, que incluye al amor de su vida, Luis Fernández, diplomático y oficial de seguridad del régimen cubano, con quien huyó a la isla junto a su hijita Maya –hoy concejala de la comuna de Ñuñoa y candidata al comité central del Partido Socialista de Chile. Luego nacería Alejandro, quien vive en Nueva Zelanda y realiza visitas a Chile en forma esporádica.
El nombre Alejandro habría sido impuesto por el propio Fidel, sin consulta previa a la madre o el padre del niño nacido en Cuba. El libro cuenta el porqué.
Esta obra, “una narrativa novelada” de la vida de la hija del Presidente chileno que murió en La Moneda, a decir de la autora, se convierte en la primera biografía de quien, por razones difíciles de entender, ha sido permanentemente mantenida en una nebulosa. Ni la familia, ni cercanos hablan del tema, y Margarita Espuña realiza un viaje a la memoria para rescatarla desde las profundidades de un olvido inmerecido.
El libro, cuya intensidad mantiene al lector en constante sobresalto, alude, por ejemplo, a secretos que personas como Marta Harnecker, ex esposa de “Barbarroja” Piñeiro, alto jefe del espionaje cubano, habrían jurado llevarse consigo a la tumba. Harnecker asesora hoy al gobierno del presidente Hugo Chávez, en Venezuela.
O las experiencias políticas de Tati convertida en “Marcela”, su nombre adoptado en la clandestinidad, cuando apoyaba a grupos guerrilleros en Bolivia, o cuando hace entrega a Santucho, guerrillero argentino que había secuestrado un avión que aterrizó en Chile, de una pistola que Salvador Allende le envió de obsequio antes de instarlo a continuar viaje hacia Cuba.
La depresión que sufrió Tati antes de quitarse la vida en su hogar cubano la habría llevado de la bulimia a la anorexia. Abandonada por Luis, a quien amó profundamente, Tati vio con pesar el acomodamiento de ex jerarcas de la Unidad Popular en el exilio europeo mientras su pueblo sufría necesidades y era objeto de persecusiones.
Otro de los pasajes que revela el impacto emocional en los exiliados, sería un intento de suicidio de Carmen, viuda de Miguel Enríquez, y la sensación de Tati de ser objeto de espionaje por parte del aparato de seguridad cubano, al igual que las humillaciones de que habrían sido objeto miles de chilenos que llegaron a buscar refugio en la isla caribeña por no haber defendido a Allende. Una forma que los chilenos tenían para demostrar ante sus anfitriones que eran leales a la revolución consistía en la denominada “Prueba de los cojones”, que el relato clarifica.
¿Urdió Laurita Allende, hermana del Presidente chileno, un plan para asesinar a Augusto Pinochet? En ese tramo de la historia, tanto el MIR como personas vinculadas a la ex RDA y quienes allí vivieron parte de su exilio tendrían mucho que explicar.
En cuanto a Salvador Allende, es descrito como un “feminista”, debido en parte a “su profundo amor por las mujeres, su sensibilidad, poder de seducción, galantería y fineza para tratar con las representantes del sexo opuesto”. También sus amantes, entre las que destacan Payita y Gloria Gaitán, hija de un líder izquierdista colombiano, asesinado en su país cuando era candidato a la presidencia de la República.
El constante apoyo de Isabel Allende, hermana de Tati, hoy senadora, forma parte del relato central, así como la injerencia cubana en los asuntos internos de Chile con el envío, por valija diplomática, de armas, que tras el golpe militar heredó el MIR.
La periodista reconoce que la tarea investigativa en la recopilación de datos acerca de la vida de Tati Allende fue dura, pues casi nadie quiere opinar o dar su versión de los hechos, menos la familia, a quien ha enviado mensajes en distintos momentos sin obtener respuestas concretas.
“Beatriz Allende no está entre nosotros para certificar o desmentir la versión que aquí se da sobre ella –señala Margarita Espuña- por ello y por mi honestidad periodística, considero este trabajo como novela biográfica”.
Conmueve, a medida que las páginas revelan los últimos minutos de Tati e Isabel Allende junto a su padre en La Moneda, la actitud del Presidente, quien obliga “con voz militar”, a que abandonen el Palacio todos quienes allí se encontraban bajo fuego enemigo, incluidas sus hijas, con excepción de su guardia personal. Sólo 30 personas permanecen allí, todos varones, aunque Payita logra ocultarse en un recoveco sin que Allende note su presencia.
Una vez en las calle, las hermanas Allende corren parapetándose entre automóviles y edificios, y pese a su avanzado estado de embarazo, Tati se suelta de la mano de Isabel e intenta retornar e ingresar a La Moneda. Pese a sus ruegos y por instrucciones precisas de Allende, el doctor Danilo Bartulín no le abre la puerta.
Aunque habitaba una casa cómoda en la calle Quinta del barrio de Miramar, Tati estaba consciente que sus vecinos cubanos no podían acceder a determinados lujos que ella sí poseía, como “huésped insigne” del régimen. Eso le incomodaba profundamente en contraste con las “cartillas de racionamiento” válidas para los ciudadanos comunes y corrientes que carecían de esos privilegios.
En entrevista exclusiva, Margarita Espuña admite que la biografía de Tati Allende puede contener errores involuntarios; que la derecha española y, en particular, la chilena, intentarán sacar provecho mezquino de las revelaciones del libro y que parte de la izquierda, en una suerte de corporativismo mal entendido, seguirá callando sucesos que involucran no sólo a una connotada familia política nacional sino también a la izquierda de la década de los años sesenta, setenta y ochenta en su conjunto.
La autora de “ Tati, …” sabe que el gobierno de Cuba no verá con buenos ojos lo que se publique acerca de una mujer que sintió en su alma la derrota política y militar sufrida por su padre. Que la propia familia Allende probablemente seguirá esquivando preguntas, a pesar de que el libro no alude en forma negativa ni al Presidente ni al personaje principal del relato. Y, seguramente, parte de la izquierda allendista, en especial la que vivió en suelo cubano, se reconocerá en cada página.
Cabe consignar también que, pese a sucesivos intentos por obtener un comentario de Maya o de la senadora Isabel Allende, solamente la hija de Tati Allende respondió que “había oído del libro pero que no lo había leído, y por lo tanto se reservaba de hacer cualquier comentario al respecto”.
Margarita Espuña, quien nunca ha visitado Chile pero mantiene vínculos con exiliados chilenos en Europa, imparte también talleres de escritura narrativa y ha publicado Las orillas del Senna, en 2001; Las mujeres tienen mucho cuento, en 2003; Morir por amor a la vida. Historias de eutanasias en España, 2005; Tres tazas de café, en 2006; Tania, compañera del Che, (2007) basada en la guerrillera Tamara Bunke; y El creador de historias, con el cual obtuvo el Premio Delta.
Por Enrique Fernández Moreno

lunes, 2 de agosto de 2010

TRIBUNA: FEDERICO MAYOR ZARAGOZA Crisis, gasto militar y desarme

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA 02/08/2010

Todo hacía esperar que, al término de la guerra fría, finalizada la carrera armamentística entre las superpotencias, pudieran reducirse los gastos militares e invertir los "dividendos de la paz" en cooperación internacional y promoción de desarrollo global sostenible.
No fue así: de nuevo los países más poderosos de la tierra crearon las condiciones necesarias para seguir incrementando las inversiones en armas y tecnología militar. Para fabricar armas... hay que fabricar enemigos. En los últimos años ha tenido lugar -en contra de lo que era de esperar como reacción al disparate de la invasión de Irak- una remilitarización generalizada. La nueva fase de la instalación de bases estadounidenses en Colombia -"para hacer frente a las amenazas no solo del narcoterrorismo sino de Gobiernos anti-Estados Unidos"- ha servido de pretexto a procesos de rearme ya en curso en toda América Latina. En Venezuela el presidente Chávez ha anunciado la compra de misiles rusos "que no fallan" (4.400 millones de dólares entre 2005 y 2007). Perú, Ecuador y Bolivia se han lanzado a la compra de armamento. Brasil ha adquirido a Francia 8.500 millones de euros en helicópteros de combate, 36 aviones Rafale y transferencia de tecnología para la construcción conjunta de submarinos.
Por si fuera poco, Francia aprobó en julio de 2009 un programa para los años 2009-2014 por un importe total de 180.000 millones de euros con incrementos posteriores hasta alcanzar los 337.000 millones. El gasto militar francés se sitúa detrás del educativo y del pago de la deuda. El Pentágono concluyó en 2009 un acuerdo de venta de aviones de combate a Irak por 6.300 millones de euros. Entre 2010 y 2014, India tiene previsto adquirir a Estados Unidos 30.000 millones de dólares en armas, para "modernizar" sus fuerzas armadas.
El gasto militar mundial, según el Informe del Instituto Internacional de Estudios por la Paz de Estocolmo (SIPRI) publicado este mes de junio, aumentó el 5,9% en 2009, alcanzando la cifra sin precedentes de 1.531.000 millones de dólares (más de 4.194 millones al día). Los 10 primeros países en gasto militar, por orden son: Estados Unidos 661.000 millones; China, 100; Francia, 63,9; Reino Unido, 58,3; Rusia, 53,3; Japón, 51; Alemania, 45,6; Arabia Saudí, 41,3; India, 36,3 e Italia, 35,8. Por lo que respecta a crecimiento del gasto, para el periodo 1999-2008, China encabeza la lista con un 194% seguida por Rusia (173%) y Arabia Saudí (81%). La media mundial es del 44,7%. El incremento de España es del 37,7%.
Un aspecto especialmente relevante es el desarme nuclear. El Consejo de Seguridad de las Naciones de Unidas aprobó el 24 de septiembre de 2009, por unanimidad, la resolución propuesta porel presidente Obama para atajar la proliferación nuclear. Por otra parte, EE UU y Rusia firmaron en abril de 2010 una importante reducción de arsenales. El nuevo Tratado establece que en un periodo de 10 años ambas partes reducirán el número de cabezas nucleares desplegadas a 1.550, un 30% menos del número acordado en la última ocasión. La reducción que ahora se ha propuesto constituye, por tanto, un paso importante, pero insuficiente y demasiado prudente, como quedó claro en la conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear de mayo de 2010.
El presidente Obama ha declarado que el uso de las armas nucleares, mientras existan, deberá limitarse a "casos extremos". Poder nuclear, "arcano máximo del poder", ha escrito recientemente Lluís Bassets. ¿Se eliminará del todo rápidamente? Quizás no. Pero hay que intentar que quede reducida al máximo esta permanente amenaza para la humanidad. Poder nuclear y poder en el espacio... cuando resulta ahora que lo apremiante es ocuparse de la Tierra.
No debe olvidarse nunca a China, en la presente situación, que está desplazando tantas cuestiones estratégicas desde el Mediterráneo al Atlántico y hacia el Pacífico. En la celebración de su 60º aniversario exhibió un extraordinario poderío militar: misiles nucleares, aviones, cohetes...
Todo lo que acabamos de describir demuestra que la ONU es ahora más necesaria que nunca. El G-20 ha sido un "invento" ineficaz, fruto del tardo neoliberalismo y de las presiones de las potencias emergentes, que no puede asumir la gobernación mundial, ni tan siquiera desde un punto de vista estrictamente financiero, al carecer de formalidad institucional y democrática. El presidente Lula ha puesto de manifiesto: "no podemos admitir países armados hasta los dientes y otros desarmados. Tenemos que dialogar con Irán. El único límite a la posición de Brasil es el respeto a las Resoluciones de la ONU, que mi país cumplirá". A ver si cunde el ejemplo.
En España, el gasto militar, aunque sufrió dos descensos consecutivos en los presupuestos de 2009 y 2010, ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos años. Hace un mes, EL PAÍS informaba de que las cifras oficiales presentadas por el Gobierno representan una venta de material de defensa por valor de 1.346 millones de euros. Una cifra récord que, respecto a 2008, supone un incremento del 44,1%.
Es importante destacar que el presidente Obama ha aprobado una nueva estrategia de seguridad nacional, que descarta el "ataque anticipatorio" de Bush y Cheney y favorece las alianzas internacionales. Incluye la reconciliación con Rusia y la revitalización de la ONU. Al impulsar la nueva estrategia de las prioridades del Pentágono, Obama ha sido muy explícito: "... hemos de optar entre inversiones destinadas a mantener la seguridad del pueblo norteamericano y las destinadas a enriquecer a una compañía fabricante o a un gran contratista". Otro ejemplo y razonamiento que deberían generalizarse.
Estas medidas podrían ser el inicio de cambios que evitaran las lesivas incoherencias actuales. Las múltiples crisis que padecemos son fruto de un modelo económico y financiero que sustituyó los principios democráticos de justicia, igualdad y solidaridad por simples leyes del mercado. Las consecuencias están a la vista: centenares de millones de personas pasan hambre -más de 70.000 mueren diariamente en un genocidio de desamparo y olvido que constituye una auténtica vergüenza colectiva- al tiempo que se invierten más de 4.000 millones de dólares cada día en gastos militares y de armamento. El neoliberalismo de la especulación sigue, después de su "rescate" con fondos públicos, dirigiendo el mundo a través del grupo plutocrático G-20, de tal forma que se está debilitando gravemente el poder político a escala mundial. Centenares de millones de personas no tiene acceso al agua potable o un sistema mínimo de salud. Centenares de miles de personas han perdido la vida en conflictos armados. Alguno de ellos, como el de Oriente Próximo, requieren que, de una vez, Europa y Estados Unidos promuevan la creación inmediata del Estado de Palestina y aseguren que los extremistas de ambos lados no entorpezcan la convivencia y buena vecindad.
La reducción de los déficits tiene que ir acompañada ineludiblemente de la desaparición de los paraísos fiscales, de la regulación de los tráficos ilegales a escala supranacional y del recorte profundo en los gastos militares, abandonando de una vez el perverso adagio de "si quieres la paz prepara la guerra" sustituyéndolo por "si quieres la paz ayuda a construirla con tu comportamiento cotidiano".
Esta construcción es incompatible con el incremento permanente de los medios de destrucción. Es improcedente reducir las inversiones en desarrollo, salud, educación, etcétera y permitir a la vez gastos militares desproporcionados, sobre todo cuando, en buena medida, el material militar que nos vemos forzados a adquirir es propio de confrontaciones pretéritas.
Con los datos que se incluyen más arriba, tanto a escala mundial como europea y española, creemos que las medidas de ajuste presentadas -y las que se preparen para el futuro- deberían incluir una revisión profunda del gasto militar, disminuyendo particularmente los fondos destinados a armas de incierta utilización o en el contexto de grandes alianzas.
Un nuevo concepto de seguridad debería proponerse desde Europa al mundo entero, de tal manera que en la ONU existiera un Consejo de Seguridad territorial, pero también económica y social, medioambiental, ante catástrofes naturales o provocadas... Sería el principio de los cambios radicales que hoy reclama la sociedad. Hasta ahora, la sociedad carecía de posibilidades de participación no presencial en los asuntos públicos. Hoy empieza a ser consciente del enorme poder ciudadano que le confiere la nueva tecnología de la comunicación. A partir de ahora, la gobernación mundial será progresivamente democrática porque no tendrá más remedio que contar progresivamente con la mayoría de los habitantes de la Tierra.

Firman este artículo Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz; Jordi Armadans, director de la Fundación por la Paz; Alfons Banda, presidente de la Fundación por la Paz; Vicenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de la UAB; Rafael Grasa, presidente del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP); Manuel Manonelles, director de UBUNTU y de la Fundación Cultura de Paz Barcelona; Manuela Mesa, presidenta de la Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ), y Arcadi Oliveres, presidente de Justicia i Paz.
El País