domingo, 30 de diciembre de 2012

La historia lacónica del mundo: una palabra por país en un mapa

Historia lacónica del mundo por Martin Elmer


Historia lacónica del mundo por Martin Elmer
Martin Elmer es cartógrafo y se le ocurrió hacer un experimento: cogió la sección de historia de la página de la Wikipedia de cada 176 países, la pasó por un software de esos que crean nubes de palabras, y se quedó con la que más se repetía en cada uno de ellos.
Esas 176 palabras las adaptó a la forma de cada uno de los países en el MundoReal™, y el resultado es esta historia lacónica del mundo, de la que hay una versión ampliable y navegable en Hugepic.
Hay también unas notas para el lector en inglés [jpeg 1.100×2.648].
Con todos los peros que se le puedan poner a usar la Wikipedia como fuente, hay unas cuantas cosas curiosas, como que el 16% de los países presentes en el mapa están representados por la palabra guerra, que un cuarto de ellos tienen como palabra más repetida la del país del que fueron colonia, o que algunos países están representados por el nombre de su vecino.
Así, por ejemplo, India está representada por empire, mientras que Pakistán está a su vez representado por la palabda India.
Realmente curioso.
(FlowingData vía Gizmodo vía @PepeCerezo).

jueves, 6 de diciembre de 2012

Las 30 grandes empresas españolas que evaden impuestos en paraisos fiscales

Las 30 grandes empresas españolas que evaden impuestos en paraisos fiscales

Las 30 grandes empresas españolas que evaden impuestos en paraisos fiscales
Si hace cuatro años eran 18 las firmas del IBEX que utilizaban este tipo de tácticas, el último informe anual del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa revela que ya lo hacen 30 de las 35 que componen el índice.
Estas prácticas de elusión fiscal no violan ninguna norma española o internacional, pero el director del estudio, Carlos Cordero, destaca que se producen en un contexto en el que los ciudadanos sufren recortes en salarios y en prestaciones sociales para reducir el déficit público, al tiempo que se les exige que aporten más a las arcas públicas.
En el año 2010, los ciudadanos españoles entregaron a Hacienda el 11,5% de sus ingresos, mientras que las empresas del IBEX-35 aportaron el 9,9% de sus beneficios.
El estudio señala además que ninguna de las firmas ofrece datos desglosados de los impuestos que pagan en cada uno de los países en los que están presentes.
¿Qué se considera un paraíso fiscal?
No existe consenso a nivel internacional para definir qué países son paraísos fiscales, si bien diversas instituciones han publicado sus propias listas de territorios.
En España, el criterio es que estén incluidos en la lista del Real Decreto 1080/91, de 5 de julio. Originalmente, el decreto enumeraba 48 territorios, pero en 2003 fue modificado para precisar que se excluiría a aquellos países que firmasen con España un acuerdo de intercambio de información en materia tributaria.
Tras una intensa actividad en los dos últimos años, la lista ha quedado sensiblemente reducida.
El alto ritmo de convenios firmados por España se enmarca en la persecución de los delitos fiscales, pero las empresas pueden evitar pagar sus impuestos en los países donde generan el beneficio sin por ello incumplir ningún precepto legal.
Por ello, el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa señala que el hecho de que se suscriban acuerdos sobre intercambio de información fiscal no puede considerarse suficiente como para quitar la condición de ‘paraíso’ a un país.
El listado del ORSC incluye un total de 75 territorios y ha sido elaborado utilizando fuentes especializadas como las listas publicadas por la OCDE y la organización especializada Tax Justice Network, además del informe Hamon del Parlamento Europeo.
A modo de ejemplo, esas tres listas incluyen a Belice entre los paraísos fiscales, pero el país no aparece en el Real Decreto español.
Es por ello que en su reciente declaración judicial, el que fuera secretario del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, señaló que no cometió ningún delito al crear una sociedad en ese pequeño Estado centroamericano cuando ejercía como contable de entidades gestionadas por Iñaki Urdangarín, el yerno del Rey de España.
El informe del ORSC pone de manifiesto operaciones corrientes en el panorama empresarial español, como compraventas de fuel domiciliadas en Delaware o producciones de hidrocarburos de Ecuador domiciliadas en las Islas Caimán.
Las tiendas online, otra vía de evasión
El Observatorio alerta también del “agujero” que están creando las tiendas por Internet en lo que respecta a recaudación de impuestos debido a que las sociedades que se encargan de facturar las ventas “online” están ubicadas en territorios considerados paraísos fiscales.
Esto provoca un impacto negativo en el volumen de dinero recaudado tanto a través del impuesto de sociedades como del IVA.
Desde el ORSC señalan que la elusión “legal” de impuestos seguirá aumentado mientras los gobernantes no pongan límites y las empresas sigan viendo con buenos ojos “las estrategias agresivas de optimización fiscal”.
Las 30 empresas que evaden impuestos:
ABENGOA
ABERTIS
ACCIONA
ACERINOX
ACS
ARCELOR MITTAL
BANESTO
BBVA
BANCO PASTOR
BANCO POPULAR
BANCO SABADELL
BANCO SANTANDER
CRITERIA
ENDESA
FCC
FERROVIAL
GAMESA
GAS NATURAL
GRIFOLS
IBERDROLA
INDITEX
MAPFRE
OHL
RED ELECTRICA
REPSOL
TECNICAS REUNIDAS
TELECINCO
TELEFONICA
BOLSAS Y MERCADOS
IBERIA

domingo, 11 de noviembre de 2012

Las olvidadas viviendas sociales que la URSS dejó en Chile

Un pacto de cooperación permitió, entre 1972 y 1981, construir en la V Región 153 torres al estilo ruso.
por María Elizabeth Pérez

Una extinta fábrica, 153 edificios y más de 3.500 departamentos al estilo de la vivienda social rusa es la poco recordada huella de la ex Unión Soviética en nuestro país. Una huella que rescata Andrés Brignardello en el documental KPD: Una escena de la Guerra Fría en Chile, donde rememora el origen de una serie de conjuntos habitacionales en Quilpué, Villa Alemana y Miraflores Alto, en Viña del Mar, que siguen en pie tras una inédita cooperación tecnológica rusa, forjada en 1972 para la política habitacional del gobierno de Allende y continuada en parte por el régimen militar.
“KPD fue una empresa chileno-soviética. Una donación de la URSS al gobierno de Salvador Allende después del terremoto de 1971”, explica el documentalista.
Tras cuatro años de investigación, Brignardello cuenta que estas construcciones son del período de Nikita Kruschev y siguen el modelo francés de prefabricación.
“La única fábrica de este tipo en el continente estuvo aquí, desde el 22 de noviembre de 1972. Estaba en Belloto Norte y queremos rescatar esta historia”, añade.
Servando Mora (68), uno de los 125 trabajadores que tuvo el primer período de la fábrica, cuenta que con ellos trabajaban a la par una veintena de mujeres, y orgulloso recuerda como récord la construcción en Villa Carmen de Quilpué. “Treinta y dos personas hicimos un edificio de cuatro pisos, con 24 departamentos, y en 16 días”.
Mora explica que “la técnica era como armar un riel de ferrocarril, donde se instalaba la grúa y ésta recogía los paneles de hormigón que se hacían en la fábrica. En seis horas estaban fraguados. Todo se montaba como mecano”, explica.
Formada sólo por obreros de los partidos Comunista y Socialista, Mora reconoce “que eso marcó que los tacharan de terroristas” y agrega que “había infiltrados de ambos lados por lo que sucedía políticamente, pero ahí jamás hubo un arma”.
De las 153 torres en la V Región, sólo 30 en Belloto Sur fueron hechas bajo la administración chileno-soviética. El resto fue construido con la fábrica ya transformada en Vivienda Económica Prefabricada (VEP). Después de septiembre de 1973, los rusos fueron expulsados y algunos obreros detenidos. “Esta es una experiencia única en vivienda social en Chile, no hubo otra similar por su calidad y tamaño. Han soportado todos los terremotos. Los rusos se fueron, pero dejaron todo instalado y se siguió usando esta tecnología hasta 1981”, precisa Brignardello, quien competirá con este documental en el Festival de Cine de Viña del Mar.

La Tercera

domingo, 14 de octubre de 2012

Islandia: El cazador de especuladores

Este policía de pueblo tiene a los brókeres de Islandia temblando. Se llama Olafur Hauksson y es el fiscal especial encargado de investigar los delitos financieros que provocaron el colapso de la economía islandesa en 2008




Este hombre (de 48 años, casado y con cinco hijos) no tenía experiencia en perseguir a delincuentes de altos vuelos. Todo el mundo pensaba que la élite financiera, escudada en el secreto bancario y en un ejército de abogados carísimos, se lo iba a merendar. Sin embargo, ycontra todo pronóstico, ha sentado en el banquillo ya a algunos de ellos.
Islandia es el único país del mundo donde se persigue sistemáticamente a los responsables de la crisis. Hauksson recibe a XLSemanal en una sala de interrogatorios de la Fiscalía de Reikiavik. Por una vez, el interrogado es él. Solo pone una condición: por imperativos legales no puede comentar casos concretos. Su presencia es imponente. Mide dos metros y casi no cabe en el traje. Es cordial, resolutivo y tiene unos ojos de pillo que te radiografían al instante. No entenderá de ingenierías contables y otras estafas de alquimistas en administración de empresas, pero haber sido comisario en Akranes -un pueblo de pescadores de 6000 habitantes- debe de darte un conocimiento del alma humana bastante intensivo. Solo puede concederme 30 minutos. Tiene una montaña de trabajo. Su oficina lleva un centenar de investigaciones en danza. Las últimas cifras oficiales presentadas ante el Parlamento se han quedado obsoletas: 216 imputados; 471 sospechosos y testigos llamados a declarar... Le pido a Hauksson que me ponga al día. Resopla. «Ya ni podemos pararnos a contar. Tengo a 8 equipos trabajando a tiempo completo. Hemos superado con creces los 1000 interrogatorios». La sala donde hablamos está insonorizada y con las cámaras y micrófonos preparados para la siguiente grabación. En cuanto nos vayamos, será ocupada por uno de esos equipos.
LA CAÍDA DE LOS ESPECULADORES: LOS NEOVIKINGOS. Cuando estalló la crisis, Hauksson trabajaba en una comisaría de provincias y no tenía ninguna conexión con los banqueros y políticos que habían convertido Islandia en un paraíso de la especulación. Se los conocía como los 'neovikingos'. Era el verano de 2008. La economía islandesa revienta como consecuencia de la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos. A los pocos días de la caída de Lehman Brothers se hunden los tres principales bancos del país, que acumulan una deuda gigantesca. El Estado no los rescata porque no tiene dinero suficiente: el pufo equivale a seis veces el PIB de Islandia. Así que dejará que caigan para luego nacionalizarlos. Salvará así los ahorros de los clientes (aunque imponiendo un corralito), pero no responderá de las inversiones de riesgo que los han llevado a la quiebra. En octubre, el entonces primer ministro, Geir H. Haarde (conservador), se dirige a la nación en un discurso televisado: «Que Dios salve esta isla». Lejos de Reikiavik, Hauksson observa atónito la debacle.
EL ÚNICO CANDIDATO. En diciembre de 2008 y presionado por el malestar de los ciudadanos, que han empezado a manifestarse en la calle (algo nunca visto en Islandia), se crea el puesto de fiscal especial para investigar los tejemanejes que llevaron al desastre. Pero nadie lo quiere. Los más brillantes abogados trabajaban para los bancos o para el Gobierno. Hauksson tiene las manos limpias. ¿Por qué se presentó? «Pensé que no era bueno que la justicia persiguiese a los pequeños delincuentes y dejase escapar a los grandes. Además, nadie más se había presentado. Me sorprendió ser el único candidato, pero tampoco es que fuera un destino muy apetecible. Había que montar una oficina desde cero y estaba previsto que el trabajo solo durase un par de años. Además, los recursos eran escasos. Pero que ese puesto quedase vacante significaba lanzar un mensaje nefasto a la sociedad. En fin, era un trabajo que alguien tenía que hacer. Había mucha ansiedad y un estado de gran confusión en el país».
NOVATO A LA VISTA. El nombramiento de Hauksson sorprende a todos. Se lo tacha de novato. «Es una crítica que no acepto. Yo tenía cierta experiencia. Había participado en un par de investigaciones bastante complejas, un caso de malversación que llegó al Tribunal Supremo y otro que afectaba al Ministerio de Asuntos Exteriores». Pero la impresión general es que el Gobierno no tiene demasiado interés en que la Fiscalía investigue. «Empezamos con muy poquito, sin apenas fondos. Éramos solo cinco personas: dos policías, dos abogados y yo», recuerda.
LA REVOLUCIÓN DE LAS CACEROLAS. Las protestas aumentan. Haciendo sonar sartenes y cacerolas, los islandeses muestran su descontento con los recortes que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI). Les subleva que se haya acudido a una institución vinculada a las ayudas al Tercer Mundo cuando hace pocos meses estaban entre las sociedades más ricas del planeta. Cae el Gobierno en enero. En febrero de 2009 sube al poder una coalición, que se compromete a dotar a la oficina del fiscal especial de medios suficientes. Se crea una comisión parlamentaria a tal efecto. «En 2010, la comisión presentó un informe en el que reconocía que había un montón de trabajo por hacer y que solo se podría afrontar si se incrementaban sustancialmente los recursos de esta oficina. Ahora somos 110 personas. Y tenemos un nuevo plazo: 31 de diciembre de 2014. Para esa fecha, todos los casos tienen que haber llegado al juzgado».
A CÁMARA LENTA, PERO INEXORABLE. Hauksson muestra un celo en su labor que pocos esperaban. Organiza redadas, coloca micrófonos y el número de detenciones supera las 200, pero los islandeses ven con escepticismo que los jueces solo hayan dictado hasta la fecha 8 sentencias. ¿Por qué esa lentitud? «Me gustaría que algunos casos se pudiesen cerrar antes, pero tenemos que ser muy meticulosos, comprobar cada detalle... La gente va entendiendo que no podemos precipitarnos, que los sumarios no deben tener cabos sueltos. No podemos permitirnos que nos tumben una investigación por querer correr. En este momento tenemos abiertas entre 90 y 100 investigaciones. Y en las últimas semanas nos han remitido nuevos casos».
LA PRESIÓN DE LA CALLE. Pero muchos ciudadanos quieren ver 'sangre'. «Siento esa presión desde el primer día. Intento que no afecte a mi trabajo. Sé que el tiempo no es ilimitado y que hay urgencia por ver resultados. Como fiscal no puedo dejar que los sentimientos interfieran en mi trabajo. El deseo mayoritario de la nación es que lleguemos hasta el fondo y que los culpables paguen. Pero el ansia de revancha o el cabreo de la gente no pueden condicionar una investigación criminal».
COLABORACIÓN INTERNACIONAL. Es una carrera de obstáculos. «El principal es la magnitud y la complejidad de los casos, la montaña de datos que hay que estudiar, el número de personas a las que se debe interrogar. Son delitos muy variados: fraude bancario, uso ilícito de información privilegiada, desvío y apropiación de fondos... Muchos banqueros y ejecutivos se han ido a vivir fuera de Islandia. Y muchos delitos tienen que ver con las filiales de los bancos islandeses en el extranjero, así que las investigaciones se convierten en transnacionales». Hauksson, que ha viajado tres veces a Luxemburgo en el curso de sus pesquisas, dice no tener quejas de la colaboración internacional. «Tuve una asesora muy buena, la magistrada francesa Eva Joly, que me instruyó en los procedimientos cuando un caso salta las fronteras». Por otra parte, los abogados de los acusados son duros de pelar... «Están muy bien preparados. Pero nosotros también. Cuando presentamos un caso en el juzgado, nos los sabemos de memoria».
ARRESTOS SONADOS. Se producen algunas detenciones sonadas entre los banqueros. Lárus Welding, director ejecutivo del banco Glitnir; Jon Thorstein Oddleifsson, antiguo tesorero del Landsbanki... Y las primeras condenas, aunque con cuentagotas: Ragnar Z. Gudjónsson y Jon Thorsteinn Jonsson, director ejecutivo y presidente del consejo de administración, respectivamente, del banco Byr: cuatro años y medio de cárcel cada uno. Sigurdur Einarsson, expresidente del banco Kaupthing, obligado a devolver 3,2 millones de euros... También entre la clase política se ven las primeras escaramuzas judiciales: Baldur Gudlaugsson, exsecretario permanente del Ministerio de Finanzas, es condenado a dos años de prisión. Y el mismísimo ex primer ministro, Geir H. Haarde, es declarado culpable por no informar a su gabinete de los acontecimientos que precipitaron la crisis, aunque el tribunal lo exime de cumplir cualquier condena y Haarde se burla de la acusación. «Es de risa», dijo. ¿Qué siente Hauksson cada vez que un juez dicta sentencia? «Alivio».
EL PEOR MOMENTO. Hauksson confiesa que a veces le abruma la tarea que aún le queda, pero que nunca ha pensado en abandonar. «Cuando un caso avanza a paso de tortuga o no se mueve en absoluto, te desesperas. Sientes impaciencia. Pero cuando ves que las piezas del puzle empiezan a encajar, se te pasa. Hace uno o dos años era peor, ahora estamos llegando al punto culminante de muchas de nuestras investigaciones». Hay momentos de desfondamiento. «Entonces, me apoyo en el equipo. Somos un grupo muy unido. Si metemos la pata, hacemos autocrítica entre todos». Hauksson tuvo que encajar que dos de sus hombres, expolicías, fueran acusados de vender información sobre un caso en el que estaba involucrada una aseguradora y el Banco Central. «Quiero puntualizar que ya habían dejado de trabajar para esta oficina cuando se supo que habían violado el compromiso de confidencialidad. Esta Fiscalía debe estar por encima de todo reproche. Nuestra reputación es vital porque muchos islandeses han dejado de confiar en las instituciones».
¿JUSTICIA EXPORTABLE? Los bancos no solo han cometido abusos en Islandia. Hauksson no sabe si el modelo islandés es exportable. «Yo soy un eslabón de la solución que se ha puesto en marcha en Islandia. La razón de que aquí sí pidamos responsabilidades penales y en España o en otros países europeos no se haga es algo que se me escapa. Sé que se nos presta mucha atención en el extranjero. Pero es pronto. Cuando se vea el resultado de todo este trabajo, se podrá evaluar si nuestro método funciona, pero estamos a mitad de camino, aunque vamos en la buena dirección». ¿Y cuál es el método? «Cuando se nacionaliza un banco, un equipo de auditores mira con lupa los libros. Y si ven indicios de delito, se investiga. También cambiamos las leyes del secreto bancario. Es la única manera de tener acceso a todos los datos. Si tienes que pedir una orden judicial una y otra vez, todo se ralentiza. Y el código de silencio de los bancos es casi impenetrable. Levantar el secreto bancario fue decisivo».
PURITANISMO EN LOS NEGOCIOS. «Creo que si sale algo bueno de todo esto será un regreso del puritanismo en los negocios. Si los especuladores saben que las autoridades van a investigar seriamente lo que hagan, es evidente que se lo pensarán dos veces a la hora de saltarse las reglas. No será tan tentador y el número de delitos disminuirá», reflexiona Hauksson. «Creo que la sociedad islandesa, cuando mire atrás y vea el trabajo de esta Fiscalía, estará contenta de por lo menos haber intentado que haya justicia».
FUTURO ESPERANZADOR. Los islandeses aprobaron en varios referendos que los contribuyentes no debían hacerse cargo de las deudas de los bancos, que era un asunto privado entre las entidades y sus acreedores internacionales. Y lo hicieron, a pesar de la presión de los mercados y de las instituciones financieras, que amenazaban con convertir Islandia en un paria internacional. «Creo que ya tocamos fondo y ahora estamos saliendo poco a poco de la crisis», opina Hauksson. Islandia dejó la recesión en 2011 y ahora crece casi al 3 por ciento. Esta recuperación es elogiada por Financial Times y alguien tan poco sospechoso de alentar soluciones heterodoxas como la directora del FMI, Christine Lagarde, la considera «impresionante». «Nuestras cifras de paro están algo maquilladas porque muchos jóvenes emigraron a Noruega, pero, teniendo en cuenta el desastre que hemos vivido, veo el futuro con esperanza».
ELIOT NESS, ¿YO? Sus admiradores lo comparan con Eliot Ness, el detective legendario que se enfrentó a la mafia de Chicago. Hauksson ríe. «No soy yo quien tiene que decir si soy Eliot Ness o no. Pregúntele a la gente. Lo único que me preocupa es que los malos vayan a la cárcel. ¿Y cuando termine todo? «Pedí una excedencia, así que tengo mi antiguo trabajo esperándome en el pueblo».
UNA CRISIS EN TRES ACTOS
1.Islandia ideal. Con una población de poco más de 300.000 habitantes, Islandia era uno de los países más desarrollados del mundo hasta la crisis financiera sufrida en 2008.
2.Caceroladas. En 2009 se suceden las protestas -en la foto, una en el centro de Reikiavik en el mes de junio- contra los recortes que exige el FMI tras estallar el colapso del sistema financiero.
3.Referendo. En el país se han celebrado dos referendos para decidir sobre el pago de la deuda externa de los bancos y decidieron que era un asunto entre los bancos y sus acreedores.
SEÑORES...AL BANQUILLO
Baldur Gudlaugsson. Dos años de cárcel. Era secretario del Ministerio de Finanzas. Vendió sus acciones en el banco Landsbanki antes de que quebrase, ganando 1,2 millones de euros.
Jon Thorsteinn Jonsson. Cuatro años y medio de prisión. Expresidente del banco Byr, acusado de fraude. Usaba como aval acciones que estaban a punto de perder todo su valor.
Ragnar Z. Gudjónsson. Cuatro años y medio de cárcel. Consejero delegado del Byr, daba préstamos millonarios sabiendo que el banco estaba al borde de la quiebra
Lárus Welding. Pendiente de juicio. Era consejero delegado del difunto banco Glitnir, el primero que quebró, rebautizado Íslandsbanki cuando el Estado tomó el control. Fue detenido en diciembre en el curso de una operación en la que se interrogó a 20 ejecutivos.

lunes, 1 de octubre de 2012

Marxismo hoy. Entrevista Eric Hobsbawn ..

Marxismo hoy. Entrevista
Eric Hobsbawm · · · · ·
 
03/07/11
 

El blog de Beppe Grillo entrevistó telefónicamente a Eric Hobsbawm el día en que el historiador cumplía 94 años. Hobsbawm estuvo en Roma para la presentación de la traducción al italiano de su último libro How to Change the Word – Why rediscover the inheritance of marxismo [1].

Sobre el marxismo hoy

Eric Hobsbawm: Soy Eric Hobsbawm, un historiador muy viejo. Por casualidad os he llamado en el mismo día en que celebro mi cumpleaños 94. Durante toda mi vida escribí principalmente sobre la historia de los movimientos sociales, la historia general de Europa y del mundo en los Siglos XIX y XX. Pienso que todos mis libros están traducidos al italiano y algunos fueron hasta bastante bien recibidos.
Blog: ¿El marxismo puede ser considerado como un fenómeno post-ideológico?
E.H.: Yo no he usado exactamente la expresión “fenómeno post-ideológico” para el marxismo, aunque es verdad que, actualmente, el marxismo dejó de ser el principal sistema de ideas asociado a los grandes movimientos políticos de masas en toda Europa. A pesar de eso, pienso que sobreviven algunos pequeños movimientos marxistas. En este sentido, hubo un gran cambio en el papel político que el marxismo desempeña en la política de Europa. Hay otras partes del mundo, por ejemplo América Latina, en que las cosas no pasaron del mismo modo. A consecuencia de aquel cambio, en mi opinión, es que ahora todos podemos concentrarnos más y mejor en los cambios permanentes que el marxismo provocó, en las conquistas permanentes del marxismo.
Esas conquistas permanentes, en mi opinión, son las siguientes. Primero, Marx introdujo algo que fue considerado una novedad y que todavía no se realizó completamente, a saber, la creencia de que el sistema económico que conocemos no es permanente ni destinado a durar eternamente; que es apenas una fase, una etapa en el desenvolvimiento histórico que ocurre de un determinado modo y dejará de existir y convertirse en otra cosa a lo largo del tiempo.
Segundo, pienso que Marx se concentró en el análisis del específico modus operando, de la forma como el sistema funcionó y desarrolló. En particular, se concentró en el curioso y discontinuo modo a través del cual el sistema creció y desarrolló contradicciones, que a su vez producirían grandes crisis.
La principal ventaja del análisis que el marxismo permite hacer es que considera al capitalismo como un sistema que origina periódicamente contradicciones internas que generan crisis de diferentes tipos que, a su vez, tienen que ser superadas mediante una transformación básica o alguna modificación menor del sistema. Se trata de esta discontinuidad, de este asumir que el capitalismo funciona no como sistema que tiende a auto estabilizarse, sino que es siempre inestable y eventualmente, por lo tanto, requiere grandes cambios. Ese es el principal elemento que todavía sobrevive del marxismo.
Tercero, y considero que ahí está la preciosidad de lo que se podría llamar de fenómeno ideológico, el marxismo está basado, para muchos marxistas, en un sentido profundo de la injusticia social, de indignación contra la desigualdad social entre los pobres y los ricos y poderosos.
Cuarto y último, pienso que tal vez se debe considerar un elemento, que Marx tal vez no reconociese pero que estuvo siempre presente en el marxismo: un elemento de utopía. La idea de que, de un modo o de otro, la sociedad llegará a una sociedad mejor, más humana, de lo que es la sociedad en la cual todos vivimos actualmente.

¿Una deriva a la derecha en Europa?

Blog: En el norte de África y en algunos países europeos –España, Grecia e Irlanda– algunos movimientos de jóvenes que nacieron en la Internet y usan redes, por ejemplo twitter y facebook, están aproximándose a la política. Son movimientos que exigen más compromisos y cambios radicales en las opciones de las sociedades. Pero al mismo tiempo, España, Hungría y Finlandia giran a la derecha, Dinamarca cierra sus fronteras desconociendo el Acuerdo de Schengen, y en Francia el partido  ultranacionalista podría ganar las elecciones presidenciales. ¿No es una contradicción?
E.H.: No. No lo creo. Pienso que son fenómenos diferentes. Pienso que, en la mayoría de los países occidentales, hoy, los jóvenes son una minoría políticamente activa, sobre todo por la forma en que está estructurado el sistema educativo actual. Por ejemplo, los estudiantes siempre fueron, a lo largo de dos siglos, elementos activistas. Al mismo tiempo, la juventud educada actualmente está mucho más familiarizada con las modernas tecnologías de información, que transformaron la agitación política transnacional y la movilización política transnacional.
Pero hay una diferencia entre a) esos movimientos de jóvenes educados en los países de occidente, donde, en general, toda la juventud es fenómeno de minoría, y b) movimientos similares de jóvenes en países islámicos y en otros lugares, en los que la mayoría de la población tiene entre 25 y 30 años. En esos países, por lo tanto, mucho más que en Europa, los movimientos de jóvenes son políticamente mucho más masivos y pueden tener un mayor impacto político. El impacto adicional en la radicalización de los movimientos de la juventud ocurre porque los jóvenes hoy, en períodos de crisis económica, son desproporcionadamente afectados por el desempleo, y por consiguiente, están desproporcionadamente insatisfechos. Sin embargo, no se puede adivinar el rumbo que tomarán esos movimientos, Pese a todo, los movimientos de esa juventud educada no son, políticamente hablando, movimientos de la derecha. Pero ellos solos, por sus propios medios, no son capaces de definir el formato de la política nacional y todo el futuro. Creo que, en los próximos dos meses, asistiremos a los desdoblamientos de ese proceso.
Los jóvenes iniciarán grandes revoluciones, pero no serán ellos los que necesariamente decidirán la dirección general por la que andarán esas revoluciones. Cada dirección, claro, depende del país y de la región. Obviamente, las revoluciones serán muy diferentes en los países islámicos, de lo que son en Europa, o por cierto, en Estados Unidos.
Y es verdad que en Europa y probablemente en Estados Unidos puede haber una deriva a la derecha en la política. Pero eso, me parece, será un asunto de la tercera pregunta.

La crisis económica

Blog: Sí, la pregunta es sobre la crisis económica en que vivimos desde 2008. Las crisis de 1929-1933 llevaron al fascismo al poder. ¿Prevé algún riesgo de que la crisis actual tenga los efectos que tuvieron las crisis de 1928, 1929,1933?
E.H.: Bien, no hay dudas de que la crisis, la crisis económica que se arrastra desde 2008 tiene mucho que ver con la deriva a la derecha en Europa. Pienso que hoy son cuatro las economías en Europa, en la Unión Europea, que están bajo gobiernos de centro o de izquierda. Algunas de ellas van a perder. España probablemente también se moverá en dirección a la derecha. No pienso que exista ahí algún riesgo de ascenso del fascismo, como en los años 30. El peligro de los años 30 fue causado principalmente por el cambio hacia el fascismo en un país políticamente decisivo, es decir, la Alemania de Hitler.
No hay señal de que algo de eso esté por ocurrir ahora. Ninguno de los países importantes, según me parece, da alguna señal en esa dirección. Ni en los Estados Unidos, donde hay un fuerte movimiento de derecha, se puede concluir que ese movimiento gane poder en las urnas. Ni tampoco en el caso de los movimientos de extrema derecha en los países europeos. A pesar de que son de gran alcance, hasta ahora siempre han sido una minoría poderosa, sin posibilidad de convertirse en mayoría. Aunque sí creo que, en un futuro próximo, prácticamente todos o casi todos los países europeos serán gobernados por gobiernos de derecha, de un tipo o de otro. También debemos tener en cuenta que el efecto a largo plazo de la crisis de los años 30 fue que casi toda Europa se movió hacia los demócratas de la izquierda, lo que nunca antes había sucedido. Pero eso llevó algún tiempo. Por consiguiente, seguramente que hay un riesgo, pero no creo que este riesgo sea tan grave como en los años 30. El mayor riesgo es no ser capaz de hacer lo suficiente para lidiar con los problemas básicos que el capitalismo ha causado en los últimos cuarenta años y que han sido destacados por el despertar del interés por el marxismo.
Blog: ¿Cómo evalúa la Unión Europea y los resultados logrados hasta ahora? ¿Cree usted que la UE se consolidará o volverá a ser una simple agrupación de Estados?
E.H.: Yo creo que la esperanza de convertir la UE en algo más que una mera alianza de estados y una zona de libre comercio quedará en el olvido. Pienso que lo que ya se ha logrado, por ejemplo, un cierto grado de libre comercio, y lo más importante, un cierto nivel de derecho consuetudinario se mantendrá. En mi opinión la mayor debilidad de la UE, y la razón de su fracaso, es el conflicto entre la economía y la base social de la UE. Es decir, un conflicto que resultó de  la idea de prevenir una guerra entre Francia y Alemania, unificando las partes más ricas y desarrolladas de Europa. Ese objetivo fue alcanzado. Pero luego se mezcla con un objetivo político asociado a la Guerra Fría y el desarrollo después del final de la Guerra Fría, que fue el propósito de ampliar las fronteras de Europa para incluir a todo el continente y más allá. De este modo,  se dividió Europa en varias secciones que se han vuelto casi imposibles de coordinar.
En términos económicos, hay un mayor riesgo de grandes crisis en los países miembros de  la UE desde los años 70, por ejemplo, Grecia, Portugal e Irlanda. Políticamente hablando, las diferencias entre los antiguos países comunistas europeos y no-comunistas debilitaron la capacidad de desarrollo adicional de la propia Europa.
No sé si Europa seguirá siendo como lo es actualmente. Pero no creo que la Unión Europea deje de existir, pienso que continuaremos viviendo en una Europa más coordinada que, digamos, después de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, si me lo permite, yo entiendo que usted está haciendo preguntas sobre el futuro a un historiador. Desgraciadamente los historiadores no son mejores que cualquier otra persona para predecir el futuro y por lo tanto mis previsiones no son el resultado de mi calificación especial para predecir el futuro.


Nota: [1] Come cambiare il mondo, en la edición italiana.

Eric Hobsbawm es el decano de la historiografía marxista británica. Acaba de cumplir 94 años. Uno de sus últimos libros es un volumen de memorias autobiográficas: Años interesantes, Barcelona, Critica, 2003.

Traducción para www.sinpermiso.info: Carlos Abel Suárez
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domingo, 19 de agosto de 2012

Cazador de millonarios


 18 AGO 2012 - 01:01 CET


Hervé Falciani copió los datos de 130.000 presuntos evasores fiscales mientras trabajó para el banco en Ginebra.

Para muchos es un héroe cuya información permitió recuperar cientos de millones en impuestos impagados.

Suiza lo reclama a España al considerarlo un delincuente.


No hubo que hacer grandes esfuerzos para encontrarlo. Ahí estaba. Delante de sus narices. En la pantalla del ordenador frente al que había pasado los últimos seis años en la sede del HSBC de Ginebra tratando de mejorar los programas de bases de datos de clientes de uno de los primeros bancos del mundo. Lo que los ojos de Hervé Falciani estaban contemplando ese día de octubre de 2006 era oro puro. Información secreta. O al menos opaca. Datos protegidos por el sacrosanto secreto bancario suizo. Cuentas millonarias engordadas durante años por transferencias invisibles y flujos financieros de origen dudoso imposibles de trazar. De seguir. De investigar. Lo que este ingeniero informático de 34 años, casi recién salido del mejor instituto tecnológico de Francia, el Sophia Antibes, tenía delante eran miles de depósitos de ciudadanos y empresas extranjeras forjados a base de enormes sumas de dinero y colocados allí, lejos del alcance de sus respectivos Gobiernos para no pagar tributos. Ficheros que otros bancos de la competencia hubieran dado cualquier cosa por tener. Pruebas de delitos que habrían servido para chantajear a cientos de personas y exigirles dinero a cambio de silencio. Un tesoro para cualquier inspector de Hacienda. Una de las mayores bolsas de fraude jamás descubierta. Lo que estaba viendo Falciani, en suma, eran miles de millones en impuestos impagados. Por cobrar. En decenas de países.
La siguiente escena tiene lugar casi seis años después en el puerto de Barcelona. Es 1 de julio de 2012. Un barco, al parecer, procedente de Sète (Francia), trae a Falciani a España. El trayecto discurre en territorio Schengen, así que él cree que no hay riesgo de que le pidan la documentación. La Policía Nacional, sin embargo, ha decidido identificar a los viajeros. Es un control rutinario. No esperan a nadie. A lo mejor a algún inmigrante irregular... Pero al comprobar los papeles de este monegasco con nacionalidad francesa e italiana, casado y con un hijo, saltan las alarmas. Existe una orden de detención internacional contra él procedente de Suiza a pesar de que, para entonces, su información ha servido para destapar en toda Europa a miles de evasores fiscales y sacar a la luz cerca de 10.000 millones por los que no habían tributado. También en España. Berna lo considera un villano. Un ladrón. Es arrestado, y el Tribunal Federal de Bellinzona lo espera ahora para juzgarlo por robo de datos personales, vulneración del secreto comercial y violación del secreto bancario. Si la Audiencia Nacional decide extraditarlo, claro. Sus abogados recuerdan que ese delito no existe en España. Al contrario. La ley obliga a denunciar todo indicio de blanqueo.
Entre su genial descubrimiento y su arresto en Barcelona, la vida de Falciani es una precipitada huida hacia adelante. Seis años intensos en los que el informático se convierte en un fugitivo valorado en la medida de la información que tiene en su poder. Un delincuente al que juzgar y encarcelar para los que la pretenden destruir. Una especie de héroe, un Robin Hood digno de protección, para los que la quieren aprovechar. Una personalidad con claroscuros cuyas intenciones siempre han estado en tela de juicio. ¿Ganar dinero? ¿Colaborar con la justicia? Joven, inteligente, mediático... Esto es lo que pasó entre esos dos momentos.
“Existe un sistema a escala industrial para esconder dinero en paraísos fiscales”, denunció Falciani en 2010
Después de encontrarse con la valiosa información, en octubre de 2006, Falciani, nacido hace 40 años en Mónaco, casado y con un hijo, dedica día tras día parte de su jornada laboral a descargar esos datos en su portátil Mac. Durante más de dos años. Sistemáticamente. Indaga en las maniobras de ocultación de fondos del banco mientras pone en servicio una nueva aplicación para la gestión de clientes, prueba nuevos programas o soluciona problemas en las bases de datos. “Los bancos privados no están sujetos a ningún control y violan las leyes internacionales”, declara al diario italiano Il Sole 24 Ore en junio de 2010. “No es posible seguir los flujos de dinero y existe un sistema a escala industrial que usa las sociedades pantalla para esconder el dinero al fisco en paraísos fiscales”, añade.
En el número 2 del Quai del Général Guisan, la sede ginebrina del HSBC, a orillas del lago Léman, en pleno distrito financiero de la ciudad más importante de la Suiza francófona, nadie sospecha lo que ocurre en el departamento de sistemas. Falciani es un empleado más que llegó en 2000 de la filial de Mónaco. Sin conflictos con los compañeros o la empresa. Como cada día, acude a trabajar. Nada más. Nada raro. Hasta el 20 de marzo de 2008. Ese día estalla la tormenta. La Asociación Suiza de Banqueros (Swissbanking), la patronal del sector, lanza una alerta. Un tal Ruben Al-Chidiak, acompañado de una mujer llamada Georgina Mikhael, en nombre de una sociedad denominada Palorva, se había presentado el 4 de febrero en las oficinas del banco libanés Audi en Beirut. Su objetivo, siempre según Swissbanking, era negociar la venta de una base de datos de clientes de diferentes bancos suizos. Según la patronal, esa información se habría obtenido mediante piratería. Gracias a la interceptación electrónica de faxes que contenían órdenes de compra de fondos en las cuales aparecían los compradores. Esos dos individuos no lo han conseguido, pero el secreto bancario suizo, una de las señas de identidad del país, está en peligro.
La maquinaria judicial se pone en marcha. La policía descubre que detrás de la identidad de Ruben Al-Chidiak se esconde Falciani. El 20 de diciembre de 2008, el francoitaliano y su compañera de viaje son detenidos e interrogados, según la fiscalía suiza. El informático es puesto en libertad acto seguido y, al día siguiente, pone tierra de por medio. Quinientos dieciocho kilómetros exactamente. Hacia el sur. Se instala en Castellar, el último pueblecito francés de la Costa Azul pegado a la frontera italiana. A escasos kilómetros de Montecarlo, donde nació. En medio de los dos países de los que tiene pasaporte. Más allá de las garras de Berna, porque ni Francia ni Italia extraditan a sus nacionales. Pero Berna insiste. Quiere recuperar como sea el material que Falciani se descargó, y que la fiscalía y el HSBC consideran robado, y lanza una orden de detención internacional contra él. Pero en esta persecución desesperada Suiza comete un error de bulto. Sin dar demasiadas pistas sobre el contenido del ordenador del informático, pide a Francia que registre su domicilio, se incaute del portátil y le envíe los archivos.
Francia registró su domicilio a petición
de Suiza, pero cuando vio el contenido del ordenador se lo quedó
20 de enero de 2009
El viceprocurador de la República en Niza, el número dos de la fiscalía de esa ciudad, se planta con un retén de policía en el número 2601 de la carretera de Condamine, en Castellar. Es la casa en la que Falciani y su familia se han instalado tras abandonar Ginebra. Tienen una orden de entrada para requisar “una serie de datos personales robados” que reclama la justicia suiza. La rutinaria diligencia se convierte en un hallazgo excepcional al inspeccionar el Mac. El viceprocurador, sobre el terreno, se da cuenta de que no son simples nombres, teléfonos, direcciones, correos electrónicos o números de documento. Se trata de nada menos que de 130.000 cuentas de supuestos evasores fiscales. Lo comunica sobre la marcha a su superior, el entonces fiscal de Niza, Éric de Montgolfier, que abre su propia investigación. Pero no contra Falciani, sino contra los supuestos defraudadores. La lista Falciani se queda en Francia. La información del exempleado del HSBC en Ginebra comienza a circular.
El asunto desata una crisis diplomática entre Francia y Suiza. Berna acusa a París de haberse quedado ilícitamente con unos datos robados. El Gobierno suizo llega a amenazar con no ratificar un tratado contra el fraude fiscal entre ambos países que debía entrar en vigor al año siguiente, en 2010. El Gobierno de Sarkozy, por su parte, responde amenazando con incluir a Suiza en la lista negra de paraísos fiscales de la OCDE. “Falciani negaba que los hubiera sustraído”, recordaba Montgolfier el pasado febrero al diario digital francés Mediapart. “Todo lo que sé es que fui yo quien se quedó con esos datos. No es Falciani el que me los ha enviado. Los recabé porque Suiza me pidió que lo hiciera sin decirme exactamente de qué se trataba”, continuaba el fiscal francés. “Lo supimos cuando los confiscamos. Era una información que concernía a nuestro país”.
La fiscalía suiza, sin embargo, tiene otra versión. Sospecha que Falciani ya había contactado con la agencia tributaria francesa antes del registro de su casa. El ministerio público de Berna asegura que, tras el fiasco de su viaje a Líbano, como botón de muestra, habría transmitido al fisco francés una lista de siete presuntos defraudadores franceses con cuentas en Suiza elaborada por él mismo. Que Francia, por tanto, ya sabía lo que se iba a encontrar en esa casa de Castellar.
Se estima que el dinero
evadido al paraíso suizo,descubierto
gracias a la ‘lista Falciani’, asciende a 6.000 millones
Los franceses, sin embargo, consideran que esa información y el modo en el que la consiguieron son completamente lícitos. Los ficheros incautados contienen datos personales de 130.000 personas, sí, pero también sus saldos de cuentas, apuntes bancarios y notas e informes de visitas de estos al HSBC. Montgolfier, ayudado por la gendarmería, encuentra entre ellos a más de 8.000 supuestos defraudadores franceses, entre personas y sociedades. El caso salta a los medios en agosto de 2009. El ministro de Hacienda del Gobierno de Sarkozy, Éric Woerth, anuncia estar en posesión de una lista de 3.000 cuentas suizas sin aclarar su origen. “Es la primera vez que disponemos de este tipo de informaciones, concretas, con nombres, números y haberes”, dice el ministro, que posteriormente reconocerá a Falciani como una de las fuentes de esa información. Woerth invita a sus titulares a acudir voluntariamente ante el fisco para regularizar su situación. Desde entonces, 4.200 personas se han presentado ante la inspección fiscal. Hasta el momento, Francia ha recuperado 1.200 millones de euros en impuestos impagados. Gracias a los datos de Falciani.
Los pocos nombres que saltan a la prensa francesa generan una sucesión de escándalos. El mayor, el de Patrice de Maistre, el asesor financiero de Liliane Bettencourt, propietaria del imperio L’Oréal, la mujer más rica de Francia, acusada de financiar de forma ilegal las campañas de la Unión por un Movimiento Popular (UPM), el partido del expresidente Sarkozy. Es el fiscal Montgolfier, no Woerth, quien revela la información y comunica que De Maistre aparece. El fiscal está sorprendido de que el ministro —también tesorero de la UPM— diga que en la lista hay 3.000 nombres cuando en realidad son 5.000. Entre ellos, junto al gestor de Bettencourt, también aparece Arlette Ricci, la heredera de la marca de perfumes Nina Ricci, ahora perseguida por fraude y blanqueo de dinero. Y políticos, como Jean-Charles Marchiani, mano derecha del exministro del Interior Charles Pasqua. Mientras el fisco francés investiga, Suiza sigue presionando para que Francia le devuelva el ordenador de Falciani. París no lo hace hasta febrero de 2010. Antes, la fiscalía envía copias a todos los países con los que tiene tratados de cooperación en materia fiscal y se lo solicitan.
24 de mayo de 2010
La información enviada por Francia ya está sobre una mesa de la sede central de la Agencia Tributaria (AEAT) en la calle Infanta Mercedes de Madrid. Los técnicos de la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude diseñan la estrategia a seguir. Hay que actuar rápido. Y con cuidado. Porque el plazo de cuatro ejercicios en el que caducan las deudas tributarias en España está a punto de cumplirse. Tampoco parece conveniente acudir directamente a la fiscalía, porque cualquier tribunal podría considerar ilícito el origen del material e impedir que se utilice su valiosísima información. Se opta por recurrir a lo que los expertos en impuestos llaman “procedimiento de gestión”. Hacienda cita a los presuntos defraudadores que identifica y les invita a abonar lo que deben con el recargo de una sanción, lo que paraliza de forma inmediata la prescripción. Les exige lo que han dejado de pagar durante años con el recargo de una sanción. El juez solo debe utilizarse como último recurso. El objetivo es perseguir a los evasores corriendo el menor riesgo posible. La discreta operación antifraude la supervisa el director de la Inspección, Carlos Cervantes, que rinde cuentas ante el director de la AEAT, Luis Pedroche, y el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
Solo cinco meses después, en octubre, Ocaña está en condiciones de asegurar públicamente que lo logrado gracias a los datos de Falciani en España es, hasta ese momento, “la mayor regularización de la historia del fisco”. Gracias a las 3.000 cuentas enviadas por Francia, Hacienda pudo identificar a 659 supuestos evasores con fondos en el HSBC de Ginebra. El dinero que sale a la luz, según fuentes no oficiales, supera los 6.000 millones de euros. En la lista aparecen hombres poderosos, como Emilio Botín, presidente del Santander, y algunos miembros de su familia, como su hija Ana Patricia. Aunque todos reconocen la propiedad de sus cuentas en el banco suizo y se muestran dispuestos a cooperar, Anticorrupción los denuncia por delito fiscal en la Audiencia Nacional ante el peligro de que la deuda prescriba. El juez Fernando Andreu archiva poco después el caso tras comprobar que el banquero había abonado lo que debía: 200 millones de euros. Ni la fiscalía ni los jueces han puesto en duda la validez del material aportado por el confidente francoitaliano. Hasta el momento.
También aparecen afamados evasores en el repertorio enviado a Italia. Entre los 6.963 nombres que contiene se encuentran los modistos Valentino o Renato Balestra. También Gianni Bulgari, joyero de renombre mundial. O Elisabetta Gregoraci, la esposa del patrón de la fórmula 1 Flavio Briatore. En total, la cantidad que ha escapado a la Hacienda italiana gracias a las cuentas en el HSBC asciende a 570 millones de euros, que solo se descubrieron por los datos acumulados por el exinformático del banco.
Hoy sigue siendo un misterio la intención con la que, sistemáticamente y durante casi dos años, Falciani descargó en su ordenador todos esos ficheros. Si pretendía colaborar con la justicia y denunciar la maquinaria que su empresa puso al servicio del fraude, como él mismo mantiene desde el principio, o simplemente vender esa información por una ingente cantidad de dinero, como sostiene la justicia suiza. A esta última tesis se ha sumado Georgina Mikhael, la mujer que lo acompañó en su viaje a Líbano en febrero de 2008. “El objetivo de Falciani era vender esos datos y conseguir dinero a cambio, no luchar contra Al Qaeda, como él dice”, declaró en enero de 2010 a Le Monde. “Creo que preparaba su golpe desde hacía mucho tiempo”, añadió. Los abogados del exempleado del HSBC, sin embargo, aseguran que una vez que la policía francesa se quedó con su ordenador, colaboró con ella para desencriptar los ficheros, sistematizarlos, cruzar datos y hacerlos más accesibles a los investigadores. “Lo que me empujó a denunciar fue la enormidad del fenómeno”, declaró Falciani en diciembre de 2009 a Le Figaro. “Al final del verano de 2006 alerté de esas irregularidades a la autoridades suizas, pero como no respondieron, me dirigí a las de otros países”.
Más allá de los servicios prestados, ahora que está en prisión por primera vez desde que estalló el escándalo, la pregunta es: ¿Puede Falciani proporcionar más información? ¿Sigue siendo útil para investigar nuevos delitos? En su primera comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, tras su detención en Barcelona, se ofreció a la justicia española para seguir colaborando. En la demanda de extradición enviada a España por la fiscalía suiza se dice que los datos que se llevó “describen parte importante, si no la casi totalidad, de las actividades económicas que el HSBC ha mantenido con sus clientes durante al menos los 10 últimos años”.
Solo 15 días después de su arresto, la subcomisión de Seguridad Interior del Senado de EE UU hizo pública su investigación sobre la falta de controles del HSBC para detectar el blanqueo de dinero. Tras un año de indagaciones, la Cámara estadounidense concluyó que los cárteles mexicanos de la droga se servían del HSBC para introducir dinero en EE UU y que su filial americana llegó a transferir 1.000 millones de dólares al banco saudí Al Rajhi, al que cree relacionado con Al Qaeda. Varios ejecutivos del banco han pedido perdón públicamente y la entidad ha provisionado 2.000 millones de dólares para hacer frente a las sanciones que les puedan imponer. Si los datos que el informático aún detenta son tan importantes como mantiene Suiza, quizá podría seguir ayudando. Si es así, a su lista de enemigos —la justicia suiza, uno de los bancos más potentes del mundo y miles de evasores de impuestos descubiertos— podrían sumarse peligrosos delincuentes. Él asegura que tiene miedo. Que teme por su vida. Es consciente de que vale lo que sabe. Que no le queda otra que huir hacia adelante.
Con información de Ana TeruelLucia Magi y Rodrigo Carrizo Couto

viernes, 11 de mayo de 2012

Hollande, la última carta dentro del sistema


Hollande columnaSi Angela Merkel decide no negociar con él, entonces el futuro de Europa deja de ser una incógnita para transformarse en una cuenta regresiva.
Alaa Abd El-Fattah es egipcio y revolucionario. En una entrevista realizada por Julian Assange[1], fundador de WikiLeaks, dijo: “Es un Estado postmoderno al que intentamos llegar, y no sabemos qué es exactamente, pero estamos teniendo una revolución y no simplemente reformas ordinarias. Por eso no importa lo que quiera el gobierno estadounidense (…) No sé si ganaremos esta vez, no sé si ganaremos alguna vez en esta vida, pero… basta con que casi cada semana yo tenga la sensación de poder rozar ese sueño”. ¿Y cuál es ese sueño?  “La plaza es una leyenda que dejará de existir si las familias de los mártires dejan de creer en ella. Nuestro sueño es una alternativa al régimen, si lo abandonamos por unos debates realistas, racionales y comprometidos que siguen órdenes prioritarias, desaparecerá. No hagan caso a los expertos y escuchen a los poetas, porque estamos en una revolución. Vayan con cuidado y láncense contra lo desconocido, porque es una revolución. Conmemoren a los mártires, porque entre las ideas, símbolos, historias y espectáculos nada es real salvo su sangre, y nada está garantizado salvo su eternidad”.
Hollande, finalmente, ganó las elecciones en Francia. Las respuestas de Alaa Abd El-Fattah ilustran lo que puede suceder si a la nueva esperanza europea, por cierto muy parecida a cuando asumió Obama en EEUU, no le dejan espacio para introducir “reformas ordinarias”. Ahora sabemos cuál es la otra alternativa. Europa no vive un estado pre-revolucionario al estilo clásico, pero está regada de pólvora. La diferencia se explica porque no hay una teoría, el horizonte es desconocido. Pero el camino sí se puede prever, las sociedades estallando ¿de un día para otro? No, sólo la chispa es instantánea.
Hollande representa el cambio dentro del modelo. Si Angela Merkel decide no negociar con él, entonces el futuro de Europa deja de ser una incógnita para transformarse en una cuenta regresiva. Para el reciente ganador de las elecciones, su preocupación principal será Francia. La política interna sigue resolviendo las elecciones y aún le faltan ganar los comicios legislativos que decidirán al Primer Ministro (Francia tiene un sistema semi-presidencialista, para imponer su política necesita además la mayoría legislativa). Sarkozy no perdió por los planes de austeridad impuestos al resto de la comunidad junto con Alemania, fue derrotado por deshacer el Estado de bienestar francés. Sin embargo, el peligro de implosión no está en los suburbios franceses, más bien en la periferia europea. Principalmente en España y Grecia, pero no hay que olvidar a Portugal o Italia. Por tanto, deberá afrontar dos urgencias distintas pero complementarias. Mantener la pequeña esperanza francesa y transformarse en el líder de la resistencia europea contra el neoliberalismo. España está imposibilitada luego de la voltereta ideológica de Zapatero, ex presidente socialista, y el gobierno de Rajoy que, en pocas palabras, es el sueño de cualquier revolucionario. Recorta el gasto público a su mínima versión para bajar el déficit, pero está dispuesto a seguir inyectando fondos públicos en el sistema bancario responsable de la actual crisis. En Grecia sucede otro tanto, todas las agrupaciones con posibilidad de formar gobierno expresan la necesidad de renegociar los planes de ajuste con la troika (FMI, Banco Central Europeo y Unión Europea).  
Los EURO bonos, la independencia del Banco Central Europeo (independiente del pueblo, no de ideología), la obligación de reducir el déficit público a países que viven una depresión económica con secuelas sociales profundas, serán los temas que deberán resolver en pocas semanas. La situación de la periferia europea no “aguanta” un largo debate político para definir la fórmula del crecimiento. Paradójicamente, el debate se saldó bajo el monologo neoliberal y su fracaso fue comprobado en todo el globo. De todas maneras, hay que reconocer que los actuales conservadores europeos no cuentan con una herramienta fundamental e histórica para salir de la crisis actual: hoy no pueden empaquetar la crisis y mandarla a otras latitudes. Por tal razón, deben solucionarlo con reformas internas en cuanto al papel del Estado; decidir quién gobierna, si la política o la economía; y democratizar la Unión, no es posible que el presidente de Alemania dicte el destino de todos sin un respaldo democrático de toda Europa.
En las últimas elecciones en Francia, Italia y Grecia, se vió un ascenso de los partidos políticos anti-sistema, de ultraderecha y hasta neonazis. En otros, el mismo discurso comienza a posicionarse con una fuerza capaz de torcer el rumbo político de muchos países y, como consecuencia, de la Unión. A la crisis económica y financiera, se suman: la crisis ecológica, resultado de la forma de producción, distribución y consumo de bienes actuales; la crisis política, o la nula discusión de ideas y alternativas que no sean sólo el estallido social; la crisis de gobernabilidad, resumida en la miopía ideológica que transforma cualquier reacción social en algo imprevisible; la crisis social, mediante la destrucción del empleo que repercute en la vida de las familias, desintegración de lazos sociales, etc.
Hollande es, incluso para los conservadores europeos, la última carta para evitar que todo salte por el aire. Resta saber si son capaces de dar cuenta del escenario global. Es también la última esperanza que se permitirán quienes ya no aguantan más. Y esto no por un sustento ideológico que posea el socialista francés, más bien porque debe demostrar a propios y extraños que la política institucionalizada de hoy todavía permite transformaciones. Los partidos y el sistema político son sólo la institucionalización de las transformaciones políticas que viven, vivieron y vivirán, todas las sociedades humanas. Si no están a la altura de las circunstancias, si se muestran obsoletas o no canalizan las demandas, las sociedades siempre se las arreglan para decir basta. En la política interna deberá sustentarse en el apoyo popular, en el exterior cuenta con los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para transformar las reglas de juego.  
 
Pablo Llentilin

[1] www.actualidad.rt.com