Un concurso internacional premia carteles para concienciar contra las agresiones a mujeres.-La reina Sofía ha entregado el galardón esta tarde a una diseñadora danesa
EL PAÍS | Madrid 24/11/2011
Sí, en Europa también. La violencia contra las
mujeres es una plaga en países ricos y pobres: afecta a una de cada tres
en el mundo, según la ONU. De ahí que su Centro Regional de Información
para Europa Occidental (UNRIC), con la colaboración de ONU Mujeres,
haya puesto en marcha un concurso de carteles para denunciar el
problema. La reina Sofía ha entregado esta tarde en el Caixafórum
madrileño el premio a la ganadora, la diseñadora danesa Trine Sejthen.
"Quiero que la gente piense que esta mujer podría ser cualquiera, no se puede saber si es rica o pobre, podría ser tu hermana, una amiga o alguien que se sienta a tu lado en el autobús", dice la ganadora. Y sí, así es. Los datos indican, por ejemplo, que Noruega rivaliza con sus vecinos nórdicos por el título mundial del país con mayor igualdad entre los sexos, pero parece -según indica la periodista Katrin Benhold, en The New York Times- que esta equidad se acaba en al puerta del dormitorio.
Benhold cita que en Escandinavia la violencia sexual contra las mujeres comparte características propias de sociedades más desiguales: es demasiado habitual y rara vez se denuncia, y es aún más raro que quienes la cometen sean condenados. Los antiguos prejuicios sobre las prerrogativas masculinas y las suposiciones modernas sobre la emancipación femenina conspiran para erigir un muro de silencio, vergüenza y ambigüedad legal.
Una de cada 10 mujeres noruegas de más de 15 años ha sido violada, según la organización para mujeres más grande del país, el Movimiento Refugio, cita la reportera del rotativo neoyorquino. Pero al menos el 80% de esas violaciones no llega a denunciarse oficialmente, y solo el 10% de los casos termina con una condena, según el Ministerio de Justicia.
Al concurso, titulado Di no a la violencia contra las mujeres se han presentado más de 2.700 carteles procedentes de 40 países. Una selección se exhibirá en exposiciones en distintos países, como Dinamarca, Francia o Rusia.
"Quiero que la gente piense que esta mujer podría ser cualquiera, no se puede saber si es rica o pobre, podría ser tu hermana, una amiga o alguien que se sienta a tu lado en el autobús", dice la ganadora. Y sí, así es. Los datos indican, por ejemplo, que Noruega rivaliza con sus vecinos nórdicos por el título mundial del país con mayor igualdad entre los sexos, pero parece -según indica la periodista Katrin Benhold, en The New York Times- que esta equidad se acaba en al puerta del dormitorio.
Benhold cita que en Escandinavia la violencia sexual contra las mujeres comparte características propias de sociedades más desiguales: es demasiado habitual y rara vez se denuncia, y es aún más raro que quienes la cometen sean condenados. Los antiguos prejuicios sobre las prerrogativas masculinas y las suposiciones modernas sobre la emancipación femenina conspiran para erigir un muro de silencio, vergüenza y ambigüedad legal.
Una de cada 10 mujeres noruegas de más de 15 años ha sido violada, según la organización para mujeres más grande del país, el Movimiento Refugio, cita la reportera del rotativo neoyorquino. Pero al menos el 80% de esas violaciones no llega a denunciarse oficialmente, y solo el 10% de los casos termina con una condena, según el Ministerio de Justicia.
Al concurso, titulado Di no a la violencia contra las mujeres se han presentado más de 2.700 carteles procedentes de 40 países. Una selección se exhibirá en exposiciones en distintos países, como Dinamarca, Francia o Rusia.
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